domingo, 14 de septiembre de 2008

Mi Amiga Lesbiana

No voy a negar que, conocer que mi amiga Conchita (miss urbanización con piscina en las afueras) ahora vivía en Chueca y que, su pareja era otra mujer, fue difícil de asimilar. No por su condición sexual, sinceramente, si no, porque, si ella, musa de todos los hombres en mi juventud, se cambiaba de acera, ¿No se cimbrearían los cimientos en los que se apoyaba la heterosexualidad del resto del grupo de amigas?

Parece ser que, la última vez que “se encontró a sí misma”, había decidido que vivir en el centro de la ciudad, era lo más cómodo, y “salir del armario”, lo que le devolvería la esencia de lo que ella, realmente era. Bueno, algo así me había contado.

Acababa de despedirme de ella y de su pareja. Las dos habíamos quedado “con bicho”, ese día, más que nada, para presentarme ella al suyo. Ahora, iban a visitar una exposición de arte. “Su bicho” es arquitecta de prestigio. Ambas son unas enamoradas de este tipo de cosas.

- ¡Pobre Conchita!
- ¿Por qué dices eso?
- Puesssssssssssssssssss, No sé. Por su nueva vida.
- ¿Qué tiene de malo?- Por un momento, temí el comentario de mi viril y atractiva “media naraja”.-
- Puesssssssssssssssssss, No sé. Que no podrá tener niños de su propia pareja, por ejemplo. Supongo que siempre será mucho más satisfactorio engendrar un hijo de la persona con la que compartes la vida.


¡Criatura! Los hombres siempre empeñados en pensar que el “instinto maternal” se refiere a querer parir los hijos de tu pareja, cuando, es mucho más que eso. Es un instinto de protección al pequeño, al indefenso, somos defensoras del “futuro”, el “mañana” reposa en nuestras manos… No hay más que ver cómo una perra recién parida, por ejemplo, es capaz de amamantar a unos gatitos como si fuesen suyos, embebida por su “instinto maternal”. Una mujer no necesita de parir para ser madre, pero ellos nunca lo aceptarán porque, perderían su papel de padres-engendradores.

- Bueno y porque… siempre dará más equilibrio a la pareja el que haya un hombre y una mujer… polos opuestos, complementarios…

¡Por Dios! No estoy segura de este topicazo ¿quién inventó esta barbaridad? ¿Quiere decir esto que, cuanto más opuestos, más atracción? ¿Por qué entonces no se ven saltar chispas en la calle cuando se cruzan un okupa y una ejecutiva agresiva que vuelve de pilates? ¿O un torero y una antitaurina? ¿O un gañán con Ana Rosa Quintana?. No sería mejor parecerse lo máximo posible? Además… ¿Qué es eso de complementarios? No quiero que me complementen, preferiblemente, que me refuercen en la parte que ya tengo.

Mi novio lleva rato hablando solo.

- Por cierto, ¿qué hora es?
- Las nueve ¿Por qué?
- Porque hoy juega el Madrid… ¡Vamos! No quiero llegar a casa con el partido empezado…


¡No me lo puedo creer! ¡Otra vez! ¿No se dan cuenta estos del fútbol del daño que hacen a las familias españolas y a la vida en pareja? Y… como decía mi abuela: “Que hacen hombres hechos y derechos jugando a la pelota en pantalón corto. ¿Es que no les da vergüenza, con todo lo que hay por hacer en el mundo? ¿No podrían hacer algo de provecho?”

Mientras me cuenta los pormenores del partido, vuelvo la cabeza. Conchita y su novia, suben la calle en dirección al “Círculo de Bellas Artes”, abrazadas… Mientras se alejan, imagino como sería tener una pareja que me llevase a ver una exposición de arte y luego a cenar, pasando del fútbol, con tus mismos gustos, con quien poder cambiarte la ropa, los complementos, el maquillaje, con su propio bolso donde meter los CD’s que se acaba de comprar, que no le importe ir de compras contigo, que te aconseje con sinceridad de lo que te pruebas, no para irnos lo antes posible de la tienda, que conozca verdaderamente tus gustos como mujer…

Está claro. Conchita siempre ha ido un paso por delante de las demás…

4 comentarios:

Dany dijo...

Jaja.. Francis, te veo travestido...!!! Prima, te aburrirías igual. ¡La monogamia llega a su fin! jeje

Treinta Abriles dijo...

¡Sssssssshhhhhhhhhhhuuuuuuuuuuuuu!

Ya sabes. Los personajes que aparecen en esta historia son inventados. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia ;-)

cirtaev dijo...

puede que lo mejor no sea tener las mismas aficiones sino respetarlas. Con esto no digo que tengas que ver todos los partidos de fútbol con tu pareja, más bien, que tu pareja te acompañe de vez en cuando a una exposición que te guste o a cualquier otra cosa que sea de tu agrado. De la misma forma tendrás que soportar algún partido que otro. Desde mi punto de vista el respeto es lo más importante.

Treinta Abriles dijo...

Cierto.

O simplemente irte a cenar con una amiga el día que él se va a ver la final de copa de Europa con los amigos. ¡Contentos ambos dos!